Cuando empezamos con un nuevo proyecto, sea el primero o el undécimo, pasamos siempre por la fase de la elección del logo.
Pensar en el logo no solo es divertido, sino también es estresante. ¡Hay tantas cosas que tener en cuenta! El logo es una pieza fundamental, pero tenemos que ser conscientes de varias premisas a la hora de elegir una u otra alternativa. En este artículo reuniré en 7 puntos todo lo que tenemos que tener en cuenta para la elección de nuestro querido logo. Tanto si te lo diseñas tú como si lo mandas a hacer (¡pssst! en Weberas también hacemos logos 😉 ), hay que pensar en estos 7 puntos que nos ayudarán muchísimo.
01. No solo es para ti
Vale, te tiene que gustar a ti. Pero también tiene que gustarle al mayor número de personas cuando lo vean. Eso quiere decir que a veces, según qué colores, tipografías o gráficos no son lo más acertados (por más que te gusten…).
Tenemos que realizar una reflexión previa y visualizar lo que ofrecemos o vendemos. Si tienes un blog, ¿cuál es tu target? ¿qué gustos, grosso modo, pueden tener? y si vendes u ofreces algún servicio, más de lo mismo.
Es muy difícil intentar complacer a todo el mundo, pero el objetivo es buscar el punto de equilibrio que haga que tampoco se llegue a odiar. Un color mal elegido puede hacer que tu logo hable mal de tí sin que te des cuenta.
Por ello siempre recomiendo inclinarnos hacia lo más neutro posible. Colores que si inspiran algo, sea positivo o neutral. Por ejemplo, el color rojo o una tipografía muy cargada tiene que saberse localizar muy bien.
02. La estética de tu web
Ahora que ya hemos pensado en nuestro público (antes que nosotros), debemos tener presente la estética de nuestra web y todo lo que envuelva a nuestra empresa como por ejemplo nuestro local, merchandising… Sería muy extraño que tu en tu web predominara el color verde y tu logo fuera púrpura. Tiene que haber una concordancia.
Este hilo conductor ayuda muchísimo en la elección del logo. Si en vez de focalizar nuestros esfuerzos en las decisiones del mismo, las focalizamos en visualizar de forma general nuestro branding, nos será más fácil establecer premisas en el diseño de nuestra imagen corporativa.
Si deseas que el color de tu local, web o camiseta sea el azul, ya lo tienes. El color de tu logo tiene que tener algo azul sí o sí. De este modo descartamos cualquier otro color.
03. Ayudarnos de paletas de colores y de un eslogan
Bien, imagínate que quieres el azul. ¿Pero cuál? Hay muchas tonalidades y aquí nos podemos volver a perder.
Es entonces cuando tenemos que pensar lo que queremos transmitir. Si quieres transmitir paz, empatía y transparencia, deberás utilizar unos azules más claros acompañado del blanco.
Por el contrario, si quisieras transmitir fuerza, confianza y seguridad, entonces nos decantaríamos por los azules más oscuros junto con el negro.
Olvídate de los colores femeninos o masculinos. Aunque ofrezcas un servicio para mujeres, no quiere decir que tengas que pensar en la gama de los rosas o colores crema. Una paleta de colores bien elegida puede hacer que tu logo sea perfecto.
Aquí te dejo algunos enlaces de webs donde puedes buscar entre sus paletas de colores. A mi me parecen perfectas, ya que ayuda muchísimo a la hora de sacar nuestro lado creativo.
04. Ayudarnos de redes sociales
Si no conoces Pinterest deberías empezar hoy mismo a navegar por allí. Para mí es una de las redes sociales más inspiradoras, además de ordenada y visualmente muy atractiva. Allí puedes coger inspiración buscando cosas relacionadas con tu sector.
No quiero decir que encuentres logos para usar, sino que una composición de muebles, un paisaje o simplemente un plato de comida puede hacer que te inspires y dejes volar tu creatividad. Verás centenares de fotografías, muchas de ellas hechas por profesionales y lo que tienen en cuenta siempre es la harmonía entre los colores y todos los componentes de la misma. Esto es muy útil cuando estamos aún decidiendo nuestra imagen corporativa y el esqueleto de nuestra web.
05. Las tipografías
Ya hemos hablado de los colores y del aire, en general, que quieres que tenga tu web, blog o empresa en general. Pero ahora falta la tipografía. Es igual de importante que el color predominante ya que unas tipografías mal elegidas pueden destrozar tu logo por completo.
Los tipos de letras los podemos clasificar en 3 grandes grupos; Sans Serif, Serif y Handwritten. Las primeras son las comunes, como Arial, Verdana, Tahoma… las segundas son las que hacen terminar con un pequeño enlace o «palito» cada una de las letras, aquí tendríamos la más común Times New Roman. Las que son Handwritten son las caligráficas, las que parecen hechas a mano, con pincel por ejemplo.
Aquí pondré dos logos mal hechos (o desacertados) y sus versiones correctas:
Si quieres un color de fondo en tu logo de una tonalidad fuerte, las letras tienen que ser sí o sí blancas para contrarrestar. Además, como he dicho, el uso de la tipografía es muy importante.
En el primero, erróneamente habíamos escogido una letra Serif con una caligráfica. Demasiado recargado.
En cambio, en el segundo, además de suavizar con letras blancas, hemos elegido una Sans Serif para la descripción de la empresa Gemma.
En este caso, tampoco es aconsejable una Serif con una caligráfica. Lo habitual sería que si usas una fuente recargada, la otra tiene que ser sí o sí más suave.
La imagen del logo es una abeja simpática, la cual al principio podía parecer que estaba fuera de lugar, de igual modo que el color naranja. Si tu color es el naranja, de acuerdo. Pero si tu color corporativo es el negro y el amarillo olvídate de los colores de otras gamas porque quitarán personalidad a tu proyecto.
Otra cosa importante en cuanto a las tipografías. Si en tu logo hay 2, de forma casi obligada una de ellas (o las dos) las deberás usar en tu web, folletos, tarjeta de visita… Si quieres mantener una identidad corporativa con fuerza y que desprenda personalidad, deberás tener en cuenta esto. Eso quiere decir que algunas letras las descartes de inmediato, ya que no es lo mismo tenerlas solo en el logo que repetirlas una y otra vez en una web.
En el caso del logo número 2, no me imagino una web con la tipografía secundaria (la que dice «guardería»). Se haría muy pesada, ¿no?
06. Diseñártelo tú o mandar a diseñar
Eso es importante. Alguien que se dedique a realizar logos e identidades corporativas tendrá más idea que tú si no sabes mucho de diseño, pero eso no quiere decir que mandes todo el trabajo a un diseñador, porque al fin y al cabo él no está dentro de tí y no sabe qué es lo que prefieres o no.
Yo siempre aconsejo que seas tú quien hagas un boceto en un papel, mal hecho, de cómo te gustaría que fuera el logo. Es decir, si quieres que sean dos palabras, solo el nombre de la empresa, las iniciales al principio, con o sin imagen representativa… Es una forma de ir a tiro fijo y que al final te salga el logo lo más barato posible.
07. Has llegado hasta aquí… ¿te digo un secreto?
Si has llegado hasta aquí es porque te interesa el tema de encontrar de una puñetera vez tu logo ideal. Bien, ¿pero sabes qué? es más fácil de lo que crees.
Yo también he empezado con mis proyectos y parece mentira pero en la elección del logo se va la mayor parte del tiempo.
¿Por qué?
¿A caso tiene que ser para toda la vida?
Piénsalo así y te relajarás. El relax ayuda a la creatividad.
Un logo no tiene que ser para toda la vida, puedes irlo cambiando, modernizando, cambiando las letras… No es algo con lo que debas empezar y morir.
Con lo cual, si aún no tienes nada claro… ¿has probado con solo una palabra con una tipografía que te guste?
Es decir, si eres Gemma y vas a abrir una floristería a domicilio, no te compliques mucho. Elige una tipografía que te guste y pon con ella tu nombre. Actualmente el minimalismo es la opción más acertada frente a lo rebuscado, por lo que si no tienes ni idea de qué color y tipografía coger, elige aquellos que sean suaves, minimalistas y no denoten mucha personalidad. No siempre es bueno mostrar mucha personalidad ya que ello te puede condicionar en un futuro.
Qué te parece si tu logo es así:
Vale, es muy sencillo, pero ¿y qué? Es muy difícil que NO guste porque no condiciona a nada; ni colores desacertados, ni letras complicadas… Simple y claro. Además puede dar mucho juego a tu negocio ya que esto es como la decoración de un salón; es recomendable pintarlo de colores neutros para poder poner algún mueble que resalte más. Los muebles se cambian fácilmente.
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