Como siempre, mis artículos van relacionados a todos los que tenéis una empresa o sois emprendedores pero no estáis muy metidos en el mundo online. El tema del blog es algo controvertido, porque no todos estamos preparados para tenerlo ni mucho menos tenemos los conocimientos necesarios para gestionarlo.
Es por ello que en este artículo hablaré de la importancia que es tener un blog. Pero, aún te voy a decir más.
No hablaré de lo maravilloso que es tenerlo, sino que como todo en esta vida, tiene sus pros y sus contras el tener una web dinámica, cambiante y actualizada.
Blog, la llave que abre el corazón de tu cliente
¿Cuántas veces habrás oído la palabra «blog«? Apuesto a que miles e incluso varias veces al día. Es completamente normal, hoy en día es tan habitual tener un blog como tener un gato.
Pero ojo, no todo es oro lo que reluce.
Es igual de fácil tener un blog que tener un blog mediocre. Es decir, que cualquiera puede tenerlo pero si no sabes cómo utilizarlo es probable que acabes abandonándolo. Cosa que tampoco jugaría a tu favor.
Un blog no es más que una web dinámica donde uno puede escribir sobre lo que quiera. Lo puedes actualizar cuando quieras y, si tienes tu propio dominio (hablaré de la importancia de tenerlo) podrás subir lo que quieras sin límites y sin riesgos de cancelación.
Cuando se publica en un blog cada publicación se llama entrada o post y se suele acompañar de imágenes dicha publicación, haciendo que sea mucho más visual que si fuera un texto plano.
Como he dicho, se puede hablar de lo que uno quiera, pero orientaré este post (ya te vas familiarizando con el argot) a cómo utilizar un blog para tu empresa. Siempre será beneficioso aunque algunas veces puede tener un ápice de molesto, ya verás por qué.
Blog empresarial, sí o sí
El blog es como si fuera un miembro más de tu página web. Si tratas tu negocio con mimo y eres especialista en lo que haces, tienes que decantarte por escribir en uno. Es una forma de acercarte a tus potenciales clientes y de fidelizar a los que ya lo son, de mostrarte transparente y confiable y de sobre todo, aportar cosas útiles para tus seguidores y a los que están por llegar.
Si de verdad lo haces con cariño, esto funcionará y verás resultados, pero no a corto plazo.
Un blog detrás de una empresa es para ser de utilidad a quién lo lee. De lo contrario, si no le ves la utilidad déjalo. Porque de lo contrario reflejarías tu poco agrado y se transformaría en una reducción del valor de tu marca.
Vamos, que tienes que creerte que a medio y largo plazo gracias al blog conseguirás aumentar tu facturación. Para que creértelo sea más fácil, aquí te dejo un ejemplo.
Quiero empezar a tejer. Empiezo a buscar en Google tiendas online de «lana». Obviamente cuando las encuentro, empiezo a dudar de mis ganas por tejer porque no tengo ni idea de hacerlo. Pero, ¡ostras! la web donde he visto unos ovillos fabulosos publican patrones y vídeos de cómo hacerlo en su blog. De hecho, tienen un post donde enseñan a tejer la misma lana que quiero comprar.
Compro.
Así de fácil. Es un ejemplo rápido pero aplicable en todos los negocios. En el caso de una cafetería o bakery, si en tu blog enseñas recetas que tú mismo vendes, estás revalorizando tu marca. Eres útil para tus clientes y para los que algún día lo serán.
Además, no siempre el que te lee te va a comprar. Obvio. Pero no olvides que el boca oreja que sigue funcionando aún. De hecho, muchos expertos en marketing como Seth Godin aseguran que lo que más funciona hoy en día es el boca oreja. La palabra de alguien allegado que te aconseja.
Por ello, si tú escribes (por ejemplo) sobre instalaciones eléctricas, no quiere decir que te vaya a contratar todo el que te lea, pero si tus publicaciones son útiles, estás creando un valor alrededor de tu empresa que lo que hará es que el que te lee, aunque no te contrate, te tenga presente. No dudes en que recomendará tus servicios si algún día viene a cuento.
Pero para ello hay que trabajar duro. Hay que tener un blog cuidado, actualizado y optimizado. Poco a poco iré enseñando cositas de cómo gestionar uno mismo su propio blog.
Antes decía que no es un trabajo para lograr beneficios a corto plazo. Y es verdad.
Internet es enorme, un mundo paralelo al real. Pero no es imposible conseguir las visitas esperadas, las que de verdad te harán volar. Sólo tienes que conseguir destacar en lo que haces, vendes o produces.
Pequeños malestares que da un blog
Sí, aunque pueda ser muy beneficioso, no es un camino de rosas. Tiene inconvenientes que desde ya deberás asumir.
– Escribir. Puede ser pesado si no dispones de mucho tiempo. La mejor forma de sobrellevarlo es hacerlo cuando tengas ratos libres o el mismo fin de semana si es que no trabajas. Es mejor que lo hagas cuando te sientas inspirado. Es decir, escribir algo útil que escribir contenido mediocre. Así que más vale 1 entrada buena que 10 malas… entiendes, ¿verdad?
– Las imágenes. Mi consejo es que siempre adjuntes imágenes en tus posts. Los hace mucho más visuales dándole un toque de color a los mismos además de ser tremendamente útiles para tu lector. Puede ser un poco coñazo buscar las imágenes adecuadas (sí, ya hablaré de dónde sacarlas) así que quítate los miedos y ¡haz tus propias fotos! Hoy en día, gracias a los smartphones podemos fotografiar todo lo que tenemos delante.
– Sentirse culpable si hace tiempo que no escribes. Lo sentirás, de verdad. Cuando escribimos en un blog se nos crea una obligación que debemos eliminar en seguida. ¡Escribir no es una obligación! así que tómatelo como un hobbie, como si fuera tu propio bloc (y no blog) de notas. Si es útil para ti, lo será para los demás.
Y poco más. Simplemente tener un blog es una responsabilidad corporativa que deberíamos asumir sin más. No hay discusión posible.
Si quieres tener una web mediocre y un público desinteresado, no, no lo tengas. De lo contrario ya estás tardando 😀
Gracias por el post, lo comparto!